Mitos y verdades en torno al azúcar
En la actualidad los consumidores tienden a confundir las terminologías o conceptos que se manejan en torno al azúcar, entre ellas: el azúcar agregado o añadido, azúcares libres, azúcares totales, alimentos sin azúcar, etc. Y se desconoce de forma precisa la diferencia entre unos y otros. Esto ha alterado la percepción del consumidor en relación con el azúcar y sus influencias directas en la salud.
Azúcar añadida, sin azúcar, azúcares totales…
A continuación, algunas definiciones útiles para tener en cuenta a la hora del consumo de alimentos y azúcares:
Azúcar agregada o añadidas: Estos azúcares son aquellos que no se encuentran de manera natural u orgánica en los alimentos. Son añadidos en el proceso de elaboración o preparación del producto final a consumir, y suman calorías, ya que son de bajo aporte nutricional.
Sin azúcar añadida: Significa que ningún azúcar o ingrediente que contenga azúcar ha sido agregado durante el procesamiento del alimento o envasado de este mismo.
Azúcares libres: Según la OMS los azúcares libres son los monosacáridos y disacáridos añadidos a los alimentos por los fabricantes, cocineros o propios consumidores, incluyendo los azúcares presentes de forma natural como los jarabes, la miel, jugos de fruta y concentrados.
Azúcares totales: Concepto manejado en las tablas nutricionales de los alimentos, este se refiere a la suma del total de los azúcares y carbohidratos por gramo.
Sin azúcar: Son productos sin azúcar añadida, pero contienen o están endulzados con otro edulcorante.
Recomendación de la OMS sobre el consumo de azúcar
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un consumo máximo de 10% de las calorías totales en azúcares libres*. Para una dieta de 2.000 calorías diarias, esto equivale a 50 gramos de azúcar o 10 cucharaditas de té.