Categoría: Proceso

No, IANSA es la única empresa que fabrica azúcar en Chile, pero su producción propia no alcanza a abastecer toda la demanda requerida por el mercado nacional.

Por lo tanto, efectivamente también se comercializan en Chile azúcares de otras marcas y de otras empresas, importadas desde distintos países, principalmente desde Centroamérica, lo cual es totalmente legal en la medida que todas cumplan las normativas legales y las calidades comprometidas.

Pero, dado que estas otras azúcares de origen importado no son fabricadas ni garantizadas por IANSA, no podemos asegurarle una pureza y dulzor equivalente al azúcar IANSA.  Por lo tanto, antes de cada compra, siempre le recomendamos revisar el nombre del fabricante impreso en la rotulación de cada bolsa de azúcar.

El azúcar orgánica comercializada por IANSA cumple la normativa chilena establecida para este tipo de productos, es un producto de origen importado de alta pureza, con un contenido de sacarosa superior a 99,5%, pero con un nivel de refinación levemente menor al del azúcar blanco convencional. Además, este producto no contiene alérgenos que pudieran generar algún tipo de alergias al ser consumido.

A tener presente que Wikipedia define como alimento orgánico al producto agrícola o agroindustrial que se produce bajo un conjunto de procedimientos denominados “orgánicos”. En general, los métodos orgánicos evitan el uso de productos sintéticos, como pesticidas, herbicidas y fertilizantes artificiales.

En Chile el Servicio Agrícola Ganadero (S.A.G.)  es la Autoridad competente del Sistema Nacional de Certificación de Productos Orgánicos, regulado por la ley N°20.089 y sus cuerpos normativos complementarios.  Además, el S.A.G. tiene a su cargo la misión de garantizar que el proceso de certificación orgánica se realice de acuerdo a lo indicado en la normativa vigente.

El azúcar orgánica IANSA se encuentra certificada por la empresa BIOAUDITA, entidad inscrita en el Registro del Sistema Nacional de Certificación Orgánica.

Como ya se indicó, IANSA no fabrica directamente este producto, sólo lo re-envasa, almacena y comercializa cumpliendo toda la normativa nacional exigida para este tipo de productos.  En la actualidad, el producto en sí proviene de un ingenio argentino que cuenta con su certificación propia reconocida por el S.A.G.  en Chile.

A considerar que actualmente no existe suficiente evidencia científica como para afirmar que el consumo de productos orgánicos repercuta en un mayor beneficio para la salud. La mayoría de los estudios realizados sobre las diferencias entre estos alimentos orgánicos y los convencionales concluyen que no existen diferencias nutricionales o de salud significativas entre los consumidores de ambos tipos de alimentos.

El azúcar flor IANSA se obtiene mediante molienda de azúcar blanca granulada IANSA, y se le agrega un aditivo antihumectante autorizado por la normativa chilena, para evitar que el producto adsorba humedad ambiental durante su almacenamiento y prevenir posteriores problemas de aglomeración.

El azúcar flor IANSA se fabrica con dos aditivos anti humectantes alternativos (sólo uno a la vez):

a) Almidón de maíz, con una concentración máxima de 3%, usado en los siguientes formatos de envasado: Bolsas de 500 gramos, 1 kg, 20 kg y 25 kg.

b) Dióxido de Silicio, con una concentración máxima de 1,5%, usado en los siguientes formatos de envasado: Fibrotambores de 450 gramos y bolsas de 25 kg.

La granulometría de el azúcar rubia y del azúcar blanco que fabrica IANSA no incluye garantías formales específicas, pero en términos generales siempre el azúcar rubia es más gruesa que el azúcar blanca.

Como referencia los tamaños medios típicos de cristales son de 1,0 mm para el azúcar rubia y de 1,0 mm para el azúcar blanca.

En el azúcar rubia el mayor tamaño de los cristales permite disminuir el riesgo de aglomeración de éstos por la mayor presencia de sus mieles naturales (melaza). 

Entre las distintas partidas de fabricación pueden existir variaciones de esta granulometría, que pueden resultar perceptibles a simple vista, pero que no afectan a su sabor, olor y color característicos.

La normativa chilena vigente, en su Reglamento Sanitario de los Alimentos (R.S.A.), artículo 380, define al azúcar rubio como el producto cristalizado obtenido de la caña de azúcar o de la remolacha azucarera que contiene como mínimo 98.5% de sacarosa y como máximo 0,2% de sustancias insolubles en agua, 0,4% de cenizas y 0,10% de humedad.

Al igual que el azúcar blanca, el azúcar rubio, o azúcar rubia, se obtiene mediante procesos de purificación y refinación realizados a escala industrial en fábricas de gran envergadura, pero su nivel de refinación es algo menor, por lo cual queda con un pequeño remanente de melaza, esto es mieles de origen natural provenientes de la remolacha o caña azucarera, que le dan un sabor y propiedades características levemente distinto al del azúcar blanco.

La melaza señalada contiene no azúcares orgánicos e inorgánicos no cristalizables, además de pequeñas cantidades de algunos minerales tales como calcio, potasio, hierro y magnesio.

Sí, el color blanco del azúcar IANSA es natural ya que corresponde a una propiedad inherente y característica de la sacarosa (azúcar pura), cuando ésta está en fase sólida.

Los cristales de sacarosa se ven blancos a simple vista, pero en realidad son traslúcidos, cristalinos.

En una solución azucarada acuosa y saturada el azúcar ya no puede seguir disuelta y se ve obligada a pasar a fase sólida, esto es cristaliza a la forma de cristales muy pequeños que crecen gradualmente a la forma de un cristal prácticamente puro en sacarosa, todos los no azúcares y colorantes de la miel residual-melaza quedan esencialmente en la solución, esto es en la fase líquida.  Este proceso es el que se usa a escala industrial en todas las refinerías del mundo, incluyendo las de IANSA, para obtener el azúcar sólido cristalino.  En si es una purificación y evaporación simultánea, ya que los no azúcares y colorantes quedan fuera de cada cristal en crecimiento, y el crecimiento se logra manteniendo la solución saturada evaporando el agua a medida que el azúcar disuelto pasa a los cristales, de modo de mantener la condición de saturación de la solución. Hay alguna oclusión de color dentro de los cristales, pero es mínima en comparación al color superficial. De hecho, después de cada etapa de cristalización, se pasa a la centrifugación para separar la fase sólida formada (cristales de azúcar) de la miel-melaza (fase líquida residual), incluyendo un lavado de los cristales.  En el caso del azúcar blanco, este lavado se hace con agua caliente, lo que permite eliminar la mayor parte de este color superficial, “blanqueando” por tanto los cristales.  Después de esto, se hace el secado final con aire caliente para llegar al producto final azúcar blanca granulada.

La densidad verdadera del azúcar, esto es de un cristal de sacarosa, es de 1,6 gramos por cm3.

La densidad aparente del azúcar, esto es del conjunto de cristales contenidos dentro de un recipiente (envase, estanque, silo, etc.), es mucho más baja, ya que incluye el espacio vacío que queda entre los distintos cristales, y varía dependiendo del tipo de envase y del grado de compactación del producto.

La densidad aparente típica del azúcar blanco granulado varía entre 0,70 gramos por cm3 (azúcar envasada en formatos comerciales) y 0,90 gramos por cm3 (azúcar almacenada en grandes silos a granel). En el caso del azúcar flor (azúcar pulverizada) su densidad aparente típica es más baja, del orden de 0,60 a 0,70 gramos por cm3.

En el proceso de elaboración del azúcar de remolacha no se utilizan ingredientes o insumos de origen animal propiamente tales.

Pero, cabe señalar que en la etapa de purificación se utiliza cal (óxido de calcio, CaO), agente purificador obtenido mediante calcinación de piedra caliza en los hornos de cal.  Este proceso es estándar para todas las fábricas azucareras en el mundo.

La piedra caliza está conformada principalmente por carbonato de calcio (CaCO3) y corresponde a una roca sedimentaria, que se formó millones de años atrás a partir de la acumulación de sedimentos provenientes principalmente de los restos minerales de organismos marinos animales o vegetales.

La piedra caliza se puede formar por procesos inorgánicos o bioquímicos. Para estos últimos procesos, muchos de los organismos que habitan en el mar utilizan el carbonato cálcico del agua para producir su esqueleto mineral y/o caparazones protectores duros. Cuando estos organismos mueren las partes calcáreas se acumulan en el fondo del mar, consolidándose y formando capas de rocas calizas.  La acumulación de estos restos minerales son el origen de la gran mayoría de las calizas existentes.

Los arrecifes de coral son ejemplos de piedra caliza producidos en forma de esqueletos de corales, animales invertebrados. Las algas secretoras de carbonato de calcio viven con los corales, y ayudan a cementar la unión de sus estructuras. La tiza es otra forma de piedra caliza producida bioquímicamente. La tiza es una roca suave y porosa, compuesta de partes del esqueleto de organismos marinos microscópicos.

IANSA no utiliza restos de hueso animal en sus procesos de fabricación de azúcar.   La sacarosa contenida en la materia prima (remolacha o caña azucarera) se somete a procesos de purificación y refinación completos.

En la refinación final, el azúcar es cristalizada a partir del jarabe azucarado ya purificado, mediante un proceso de evaporación y cristalización al vacío, lo que permite obtener cristales de sacarosa prácticamente puros, sin usar aditivos de origen animal, tal como se indicó con anterioridad.

A tener presente que el azúcar constituye un producto de origen natural, ya que se obtiene a partir de remolacha o caña azucarera, productos vegetales que sintetizan naturalmente la SACAROSA mediante la fotosíntesis, proceso que usan las plantas para transformar la energía del sol en alimento para ellas.

La sacarosa, C12H22O11, es el nombre técnico del producto que conocemos habitualmente como azúcar.

Respecto de los procesos de fabricación de azúcar en otros países del mundo, desconocemos si eventualmente se usan materiales o ingredientes de origen animal.

Dado que IANSA también participa de la importación de azúcar de otros países, no podemos garantizar que en todos los procesos no se haya utilizado este tipo de materiales o ingredientes.

Respecto del consumo de azúcar, se debe tener presente que es un producto apto para consumo humano, el cual la Organización Mundial de la Salud recomienda en dosis de hasta el 5% del total de la ingesta de calorías diarias. De cualquier manera, ante dudas le recomendamos consultar con su médico. Desconocemos las recomendaciones puntuales que existen respecto de las dietas veganas.