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Planta de Ñuble de Empresas Iansa es certificada por medir huella de carbono

Es primera vez que HuellaChile, programa del Ministerio del Medio Ambiente, entregar esta certificación a esta planta.

Empresas Iansa recibió la certificación del Programa de HuellaChile del Ministerio de Medio Ambiente por la cuantificación de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) registradas durante el 2019 en la planta de Ñuble. Esta medición fue verificada por un organismo independiente que revisa y declara conformidad de la información, lo que permite establecer una línea base e identificar cuáles son las actividades que están contribuyendo en la emisión.

Esta noticia se suma como parte del trabajo que la empresa viene realizando en las plantas desde hace tres años y que se enmarca en su estrategia de sostenibilidad que ha definido una ruta de como seguir creciendo junto a las comunidades, midiendo y gestionado el impacto de sus actividades, para generar un círculo virtuoso entre la empresa, los actores involucrados y el medio ambiente.

“Hoy la planta se encuentra en su primera etapa de medición para poder obtener el “Sello de Reducción”, otorgado también por el Programa Huella Chile, lo que considera la implementación de objetivo, acciones y estrategias que permitan reducir las emisiones”, señaló Leonardo Márquez Espinoza, Jefe de Medio Ambiente de Empresas Iansa.

¿Qué es la huella de carbono?

Se define como el conjunto de emisiones de gases de efecto invernadero producidas, directa o indirectamente, por personas, organizaciones, productos, eventos o regiones geográficas, en términos de CO2 equivalentes. El cálculo se realiza en conformidad a NCh-ISO 14064/1:2013 de gases de efecto invernadero, y se obtiene mediante la cuantificación de sus emisiones de GEI durante un período determinado.

En ese sentido, se definen tres alcances; el primero agrupa emisiones directas que son los GEI que provienen de fuentes que son propiedad de la organización, luego considera las emisiones indirectas como segundo alcance lo que cuantifica el consumo y distribución de energía, para luego definir un tercer alcance que son las otras emisiones indirectas que no son de propiedad ni están controladas por la organización, como, por ejemplo, transporte de los funcionarios, viajes aéreos o terrestres por motivos de trabajo, transporte de insumos, generación y trasporte de residuos, entre otros.