Cocinar con la familia mejora la salud física y mental
Existen bastantes dinámicas familiares muy saludables que tienen el objetivo de reforzar lazos, valores y aprendizajes en niños y adultos. Cocinar es una de ellas, este arte culinario puede llegar a ser un hábito sustentable, saludable, amigable y muy beneficioso tanto para nosotros mismos como para nuestro círculo familiar.
Existen bastantes dinámicas familiares muy saludables que tienen el objetivo de reforzar lazos, valores y aprendizajes en niños y adultos. Cocinar es una de ellas, este arte culinario puede llegar a ser un hábito sustentable, saludable, amigable y muy beneficioso tanto para nosotros mismos como para nuestro círculo familiar.
A continuación te mencionaremos algunos de los beneficios que te puede otorgar la cocina en equipo:
Enseñanza con niños
Para los niños puede ser muy emocionante que los inviten a participar de la gran tarea que significa elaborar sus propias preparaciones.
Les permite sentirse seguros y más confiados en sí mismos por ende es altamente beneficioso para su autoestima y salud mental.
Con el solo hecho de que los inviten a participar; ya estamos generando una atmósfera de confianza. Al invitarlos a participar, dándoles las instrucciones necesarias y tomando las precauciones correspondientes, como adultos estaremos entregándoles la confianza que ellos necesitan para poder interesarse y aprender sobre texturas, sabores, olores, colores y sumándole también el aprendizaje del trabajo en equipo, permitiéndoles aplicar metodologías y la memoria, resultando ser una instancia muy beneficiosa tanto para su conocimiento como para su desarrollo.
Unión entre los participantes
Cocinar en familia puede llegar a ser bastante entretenido, se logra fortalecer las relaciones a nivel de núcleo familiar ya que la participación de todos los integrantes de la familia puede generar dinámicas de trabajo en equipo y definición de roles. También esta actividad nos invita a conocernos más en cuanto a los requerimientos o necesidades de cada integrante del núcleo, permitiéndonos conectar con nuestros padres, abuelos, parejas y/o hijos.
Generar estas instancias de confianza, comodidad y participación a través del aprendizaje y elaboración de un plato o mediante una conversación participativa donde nuestros abuelos, padres, hijos o cualquier otro integrante del núcleo pueda aportar, resulta altamente motivador y beneficioso para las relaciones familiares. Esto nos lleva a generar una mejor convivencia, momentos gratos, risas y por ende estabilidad mental y emocional en nuestro círculo más íntimo.
Vida saludable y control de los alimentos
El cocinar en casa y con productos comprados bajo la elección de cada uno nos permitirá tener y mantener un control ideal de lo que estamos comiendo a diario. Conocer los ingredientes y preparaciones será de gran importancia para llevar una vida equilibrada y por consecuencia saludable. Sí somos conscientes de que cada uno de nosotros debe alimentarse según sus propios requerimientos (condiciones de salud) gustos y/o creencias, podemos considerar dietas balanceadas, saludables e inclusivas donde todos los integrantes de un hogar tengan cabida. El objetivo de la participación familiar en este caso se basa en que reconozcamos las preparaciones saludables y caseras de manera beneficiosa para la salud física de nuestro núcleo.
Cocinar con la familia siempre será beneficioso para la salud mental y física de todos los integrantes de un núcleo familiar. Nos ayudará a generar instancias de conversación, confianza, aprendizaje de nuestros propios familiares y será provechoso a niveles físicos y mentales.