El dulzor aparente del azúcar puede ser afectado por diversos otros factores, incluyendo la granulometría, el efecto de los otros componentes del alimento o bebida a la cual se agrega azúcar y también por la calidad misma del azúcar empleado.
En lo que respecta a la granulometría, pueden producirse variaciones aparentes en el dulzor ante cambios granulométricos significativos, lo que normalmente es difícil que ocurra. Esto porque por un lado azúcares más finas presentan una leve disminución de su densidad, lo que pudiera afectar su dulzor aparente disminuyéndolo, dado que normalmente el azúcar se dosifica volumétricamente y no por peso. Esto en todo caso no afecta su precio de compra, ya que la comercialización siempre es por peso.
Por otro lado, en el caso de azúcar con cristales más grandes, éstos demorarán más en disolverse en el líquido que los cristales más pequeños, y si no se agitan suficientemente, no alcanzarán a disolverse en su totalidad, disminuyendo el dulzor del alimento líquido azucarado así preparado.
En lo que respectan a los otros componentes que componen el alimento, estos pueden afectar y enmascarar el poder endulzante del azúcar para una misma dosis agregada. Por ejemplo, el té y el café pueden requerir un mayor agregado de azúcar que otras bebidas azucaradas cuando se desea compensar su amargor natural.
En lo que respecta a la calidad del azúcar, efectivamente también se comercializan en Chile por parte de terceros otras azúcares de origen importado no fabricadas ni garantizadas por IANSA, en las cuales no se puede asegurar una pureza y dulzor equivalente al azúcar IANSA. Por lo tanto, antes de cada compra, siempre es recomendable revisar el nombre del fabricante impreso en la rotulación de cada bolsa de azúcar.
La rotulación de los distintos productos fabricados por IANSA, incluyendo el azúcar blanca granulado, cumple a cabalidad la normativa chilena establecida para tales efectos, pero no incluya información de detalles técnicos como los explicados en esta respuesta.